martes, 12 de febrero de 2013

Baños públicos

¡¡Buenos días!!

Hoy os quiero contar el porqué de que las chicas vayamos al baño todas juntas, así que chavales, muy atentos...

Cuando tienes que ir a un baño público y te estas meando patas abajo la cosa es muy, pero que muy chunga. Te encuentras con una cola de mujeres que te hace pensar que dentro está Jon Kortajarena en pelotas. Así que te resignas a esperar, sonriendo amablemente a las demás mujeres que también están discretamente de piernas cruzadas y brazos en posición oficial de 'me estoy meando'. Finalmente te toca a ti, si no llega la típica mamá con la niñita que no se puede aguantar más... Entonces entras en el primero que se abre y te lanzas casi tirando a la persona que va saliendo. Cuando estás dentro te das cuenta de que el pestillo no funciona (siempre están rotos), no importa... Cuelgas el bolso del gancho que hay en la puerta, y si no hay (siempre están rotos) inspeccionas la zona, el suelo está lleno de meados y no lo dejas ahí ni muerta, así que te lo cuelgas del cuello mientras miras como se balancea debajo tuyo, sin contar que la correa te está desnucando, porque el bolso, como siempre, está lleno de mierda la cual no usas pero que llevas por si acaso... 

Volviendo a la puerta, como no tenía pestillo, la única opción es sostenerla con una mano, mientras que con la otra de un tirón te bajas los pantalones y te pones en la posición y por fin, de una puta vez, pipí... Oh, ahí es cuando tus músculos empiezan a temblar, porque estas suspendida en el aire, con las piernas flexionales, las braguitas cortándote la circulación de los muslos, el brazo extendido haciendo fuerza contra la puerta y un bolso de 5kg colgando de tu cuello... Te encantaría sentarte y mandarlo todo a tomar por el culo, pero no, la voz de tu madre resuena en tu cabeza "nunca jamás te sientes en un baño público, cojeras enfermedades". Y entonces viene momento liada, por un fallo de cálculo en el último momento un pequeño chorrete se te desvía hacia las piernas y te mojas casi hasta el pantalón... ¡Mierda! Acabas lo antes posible, buscas el rollo de papel higiénico, pero como siempre, no hay. Entonces suplicas a los dioses que entre tus 5kg de mierda del bolso haya un puñetero Kleenex, pero para buscar en tu bolso tienes que soltar la puerta y siempre, digo siempre, en ese momento alguien abre y tienes que frenar con un movimiento rápido y brusco mientras gritas "¡ocupado!" con una mala leche ya que te cagas... 

Entre el bolso, el chorrete de las piernas, el Kleenex, el tirón de la puerta y la posición sales del baño sudando como un pollo y sin sentirte las piernas. Vas a lavarte las manos, porque somos unas finas y aunque nada de nuestro ser haya tocado ni un milímetro del water, nosotras nos lavamos las manos... Y es cuando toda la pica está encharcada de agua y no puedes dejar el bolso ahí, así que te lo cargas en el hombro y como puedes te lavas las manos (sin jabón, nunca hay) adoptando una posición amorfa y jorobada para que el bolso no resbale hacia delante y se moje con el grifo. Luego, resulta que debes secarte las manos con un secador de mierda que no seca y que te obliga a tener las manos quietas porque sino se para, a todo esto ya estas como cinco minutos más, total para que luego acabes secándote en los pantalones... Por fin, has acabado, puedes salir del pestoso baño, pero aun te queda lo peor... Salir y ver a tu novio con la cara de amargado que lleva media hora esperándote y aun te pregunta "¿Por qué coño has tardado tanto?" Cabrones... ¡Si ellos supieran! 

En fin, pues ésta es la razón por la que las mujeres vamos en manada al baño, por solidaridad. Porque mientras una te sujeta el bolso, la otra te vigila la puerta, la otra te pasa el Kleenex y tu puedes mear tranquilamente, en tu posición, pero con tranquilidad.


Lulú ;)

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