jueves, 21 de febrero de 2013

Aquí te pillo, aquí te mato

Creo que no hay momento en la vida que te ponga más cachondo que un "aquí te pillo, aquí te mato". Sí, puedes estar muy caliente cuando estas en el tema, o cuando sabes que va a caer y estás insinuándote y acercándote con los ojos hambrientos, o cuando vas tan borracho que te arde la piel y ni el aire fresco que entra por las ventanas ni un chorro de agua fría por encima, son capaces de bajarte la temperatura... Pero eso no es nada comparado con un cruce de miradas que te dice: "vale, ¿dónde?".

Pues ahí estaba yo, en la cafetería de la Uni pidiendo un café de la forma más inocente del mundo, cuando apareció de la nada un estudiante de mi facultad a quien me había encontrado de fiesta hacía poco. Eso que me mira... Y yo, con cierto nerviosismo y un par de décimas más en mi cuerpo, le saludo. Que si vaya coincidencia encontrarnos de fiesta; que si que bien te sienta el blanco; que si te rozo el brazo; que si necesitas apuntes, me llames; que si miradita con sonrisa; que si quieres un dia quedamos para hacer una birra... Ya sabes lo que hay. Sabes que los ojos entreabiertos no se utilizan para ablarle a un colegaea, sabes que esa birra no va a ser precisamente en una terraza,  y sabes perfectamente que me estoy tapando el paquete con el abrigo...

En ese momento empecé a sofocarme. Comenzamos a caminar lentamente hacia la terraza. Yo sostenía el café en mi mano y no lo notaba caliente, sin embargo el cuello y las mejillas me ardían de una forma exagerada. Y cuando vi que se desahogaba el cuello de la camiseta, típico gesto de estoy a cien o tengo fiebre, lo vi. Mujeres, Hombres... Minusválidos. Pasión, calor, sudor... No se si me ponía más su cabeza entre mis piernas o que en cualquier momento alguien nos pillase. La tensión y el morbo de saber que cualquiera que haya al otro lado de la puerta puede enterarse de todo, sin necesidad de tener un oído de lince, convierte un polvo en un polvazo. Y cuando más caliente estás, cuando más estás disfrutando, cuando estás llegando a la cumbre de las cumbres de las cumbres y estás a puntito... Suena la alarma...

He aquí una putada de las gordas. He aquí una eyaculación involuntaria. ¡Qué jodido es el subconsciente! Pero vamos, que los sueños están hechos para hacerse realidad, ¿no? ¡Próximamente, pinchito en el baño de la Uni!

¡Qué tengáis un buen día chicos, y gracias por leernos!


Loló :)


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