Y es que hay semanas que son realmente eternas, como ésta para mí. De verdad, parece que nunca se acabe... Voy encerrándome de un lugar a otro mientras el sol deslumbra en los edificios y quema a los guiris... Mother of god! Deberían ser festivos todos los días que hiciera buen tiempo ¡Por favor!
En fin, pero como eso es imposible, pues no toca otro remedio que aguantar como se pueda... Cada uno a su manera y cada día de una forma. Ayer me pasé la tarde postureando. Sí, me encanta el postureo, y es que de hecho, este Blog es puro postureo. La vida en si misma es postureo en su máximo esplendor. Porque el postureo (para mi entender...) no es más que todo aquello que hacemos o pensamos la gran mayoría de los humanos pero que no solemos decir. También está el postureo de aquello absurdo que dices o haces, de aquello contradictorio, de aquello que solo lo haces porque está de moda, de excusas, de dichos, de aquello que hace todo el mundo pero lo pilles por donde lo pilles no tiene sentido hacerlo, etc... El postureo lo es todo, por eso me encanta.
Para los que estéis out total, os voy a poner unos ejemplos para que entendáis lo que viene a ser posturear...
"Despreciar por la calle a los captadores de ONG y hacerte el solidario por facebook."
"Salir de una entrevista de trabajo y desearle suerte a los demás."
"Bigotito de hipster."
"Enseñar la lengua a niños desconocidos cuando los padres no miran."
"Contestar en alto a las preguntas del concurso de la tele y cuando viene una difícil callarse."
"Grabar un tutorial de youtube y no ser de Sudamérica."
"Decir How I Met en lugar de Como conocí a vuestra madre."
"Renegar de la Comic Sans pero haberla usado en TODOS tus trabajos del colegio."
"Dar likes con maldad."
"Raperos españoles hablando del barrio como si eso fuera el Bronx."
Y así podría pasarme todo el santo día. Me parto sola cuando leo estas tonterías. Porque en realidad no son más que eso, obviedades que solo hacen gracia cuando las vives en tu propia piel... Y como el postureo consiste exactamente en eso, pues te partes. Resulta una manera más de pasar las horas muertas de esos días en los que parece que no tengan fin.
Y para acabar un postureo de la casa, y además, de los gordos...
Lulú ;)
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