Hoy me levanto mandrosa, con las sabanas pegadas, con los ojos que no se acaban de despegar... Vamos, como una marmotilla. Pero he tenido suerte porque he encontrado una foto que no necesita demasiado que añadir...
Se puede decir más claro pero no más alto, porque la vida sin música no tiene sentido. Más claro, el agua.
Pensad en un viaje en coche sin radio, en una ducha sin cantar, en una fiesta sin canciones, en un restaurante sin música de fondo, en un equipo sin himno, en una baile sordo o en una noche a solas sin Spotify... Suena raro ¿verdad?
Pues, dejándonos de ejemplos, os voy proponer que penséis en algo. Imaginaos cómo sería una película sin música. Sin música de entrada, ni de fondo, ni canciones, ni de transición, ni de clímax... Nada. Imaginaos Titanic sin su magnífica banda sonora, o las películas de Disney sin sus canciones, o James Bond con un inicio sin su musiquita... Todo queda vacío sin la música, sin esencia, sin sentimiento.
Lo mismo pasa con el day by day. Sin música no hay momentos especiales, no hay recuerdos, no hay emociones, no hay sensaciones; de echo, sin música, no hay vida.
¡Queda dicho!
Qué tengáis un buen día preciosos míos,
Lulú ;)
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