Un sábado de invierno, seguramente el primero del año que realmente hace frío. Qué coñazo... Invierno, esa estación del año tan despreciada por todos, que nos putea en tantas cosas de esta vida, que nos hace el day by day más dificil... Pues, ya esta aquí.
Hay cosas de las que he escrito en que, seguramente, no todos os sentís identificados; pero estoy segura de que en este post todos os vais a ver reflejados de alguna manera...
Días de invierno:
Nos levantamos por la mañana, estamos tapados hasta la nariz con un edredon de 7kg, y sentimos que ahí fuera hace un frio polar que no podemos ni asimilar... Despues de retrasar el despertador cada 5 minutos durante una hora, nos decidimos a salir de nuestra cueva. Esos pies desnudos que tocan el suelo a 15 grados bajo cero... y te sube un escalofrío hasta los pelos de la cabeza que te provoca un "impulso reactivo inconsciente" que te manda directo al baño. Allí, tiritando, enciendes el agua caliente a tope y poco a poco vas cogiendo calor mientras esperas sentado en el water, con la mirada perdida, a que todo se envuelva de vapor... ¡Qué gusto da esa sensación!
Los minutos pasan y llega el momento de salir a la calle... Solo con el color del día, ya sabes ¡qué hace un frío que pela! Te abrigas hasta arriba antes de abrir la puerta, coges aire y sales con ese paso rápido que parece que te mees encima. Ahora se barajan distintas posibilidades... Si pillas el metro el sufrimiento cesa en cuanto llegas al anden. Si pillas la moto, ya puedes darte por muerto, se dice por ahí que hay gente que se ha caído por temblar de frío... En el caso de que tengas coche, otra aventura, porque tu sales de casa pitando y entras en el coche como si éste fuera una sauna, cuando sabes de sobras que el coche está incluso mas frío que el exterior... Todos los cristales con una capa de hielo que no te dejan ver nada, y que te hacen estar allí sentado, esperando a que se descongelen como mínimo tres cuartos de hora. El asiento helado, el volante intocable, y tu ahí dentro del iglú, como un gilipollas, echando agüita al cristal, con el culo helado y las manos que ya ni las sientes... Y ya cuando ves que poco a poco la cosa se va deshaciendo, es cuando decides encender el coche y poner la calefacción... eso te mete una bofetada de aire gélido que si aun no estabas despierto ¡ahora ya puedes hasta correr una maratón!
Puto frío de los cojones... Parecemos albóndigas andantes de la de capas que llevamos debajo de los abrigos. Como tengas que encontrarte con alguien por la calle y se te acabe la batería del movil ¡lo llevas claro! Entre la cremallera de la chaqueta que llega hasta la barbilla, la bufanda que te tapa la nariz porque te arden los orificios nasales y el gorro, no reconoces a tu amigo ni con lupa...
En fin, frío eso es lo que vamos a tener durante unos cuantos meses... Y cómo vamos a echar de menos al verano querido... Pero bueno, por otra parte pensad en las cosas positivas del invierno: nieve, botas, mandarinas, chimeneas, mantas, vacaciones de Navidad, etc.
Venga, no nos quejemos tanto, que siempre queremos lo que no tenemos, y en realidad todos estábamos deseando vernos con la nariz roja como un tomate cada día y, sobretodo, que llegara el día de hacer el cambio de armario...
¡A ser felices veinteañeros!
Lulú ;)
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