Ayer en la universidad hice manualidades, si, si, tal y como leéis: ma-nua-li-da-des. Cola blanca, pintura, pinceles, periódico, cartón pluma... Y os juro que no estudio Bellas Artes.
En teoría, nos dijeron un día que esto ya no era ninguna broma, que de aquí nos íbamos al mundo laboral como profesionales, adultos y responsables... Una mentira más de tantas chicos. ¡Esto de serio no tiene un pelo! Que yo, cuando acabe la carrera, aun no sabré dónde va el jabón de la ropa y dónde el suavizante... (en serio, que alguien me lo explique)
Aun recuerdo el primer día ¡qué nervios pasé! Total, para entrar en clase y empezar a descartar frikis, a localizar chicas aparentemente majas y a fichar pivones. Luego, hacemos cuatro amigotes tontos para poder salir de fiesta lo antes posible y punto. ¿Qué hicisteis vosotros en cursos pasados? Exactamente lo mismo. No hay diferencia. Y yo con la ilusión que tenía de ir al campus a ligar con quarterbacks y de ser aceptada por la fraternidad más "popu"... Engañados, eso es lo que somos, unos engañados.
Pero bueno, tampoco está tan mal. Nos acumulamos los trabajos para el último día cual hobby, nos entran impulsos suicidas en épocas de exámenes y nos quejamos como si nos fuera la vida en ello a cada trabajo que nos mandan. Pero todo lo demás es cachondeo... Birras entre clase y clase, deberes en el bar, juergas continuas, sexo por doquier, porros como fuente de inspiración... Se podría decir, que vivimos bien.
Oye, sin más rodeos, yo lo reconozco: mi vida seria, lo que se dice seria, no es. Y tengo comprobado que estudies lo que estudies y donde lo estudies, la cosa no varía mucho. Que mi facultad está empapelada de carteles universitarios anunciando fiestas padre, coño...
Al fin y al cabo, no es que me preocupe en exceso todo este tema, pero... la verdad, cada vez que voy al médico y el tío tiene dos años más que yo, me entra un cague... Vamos a ver, ¡qué nos vimos ayer en la Pompeufarra señor doctor!
¡¡Qué tengáis un feliz martes!!
¡¡Qué tengáis un feliz martes!!
Lulú ;)
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