viernes, 4 de enero de 2013

Lulú's Happy New Year

Vale, me toca... Noche de Fin de Año.

Como sabéis año tras año nuestras esperanzas sobre Nochevieja van en declive, muchos años decepcionantes los que llevamos a la espalda para esperar algo bueno de este día... Pero, esta vez la noche superó mis expectativas ¡por todo lo alto! Si, si, si. Fue genial. Como Loló ya os a contado estuvimos en una mansión privada con 64 desconocidos y 6 conocidos ¡y nos lo pasamos pipa! 

Disfruté por muchos motivos, y uno de ellos es que el alcohol te lo traías tu de casa. Porqué, señores y señoras, os voy a contar el invento del año... La mansión tenía una sala de bar (nada, como todos tenemos en casa...) y tal como la gente iba llegando, iban dejando sus botellas con su nombre en la barra de la sala. Pues esa jilipollez tan simple debería ser el sistema de cualquier discoteca del mundo. ¿Sabéis lo que és beber con tu vaso de tubo, con hielo, en el interior, con música, fumando y gratis? ¡¿Sabéis lo que es eso?! ¡Es la pera repera chavales, la puta caña! No entiendo porqué no lo hacen en todos sitios igual... La vida es muy injusta.

En fin, como os podéis imaginar el pedal que pillamos todos fue monumental... Por esa razón, a eso de las tres de la madrugada, el suelo de la pista de baile (nada, como todos tenemos en casa...) era un charco gigante de alcohol asquerosamente pegajoso y extremadamente resbaladizo. Repito, extremadamente resbaladizo... Si no me caí 12 veces, no me caí ninguna. ¡Un poco más y me rompo las costillas! Aun tengo moratones por todo el cuerpo de los talegazos que me metí... Mi pelo al día siguiente era como un estropajo reutilizado, el vestido estaba acartonado y los zapatos parecían de charol... Asqueroso. 

Pero a parte de mis caídas estelares, de la muerte súbita de Loló, de juntar dos enemigas en la misma fiesta, de colarme por la casa y romper un jarrón, de tirarle un cubata a la cara del organizador, de intentar tomar el mando de la música (el DJ me quería pegar...), de poner la boca abierta en el cañón de humo, de fumarme un peta a las 8 de la mañana (me acabé la bolsa industrial de palomitas)  y de quedarme dormida mientras mi novio se lavaba los dientes antes de acostarnos (fail total)... A parte de todo eso, la noche fue estupenda de la muerte.


¡Mil gracias por leernos y feliz año a todos!

Lulú ;)




¡No os olvidéis que también estamos en Facebook y Twitter! 

www.facebook.com/lululolo20s.blogspot.com.es

No hay comentarios:

Publicar un comentario