Bueno, bueno, bueno...
Se acerca el final de enero, con lo cual, el principio de febrero... 'PROBLEM'. ¿Problema, por qué? Os preguntaréis. Problema, porque con la llegada de febrero llega también la peligrosa, dura y temida... "Crisis de Febrero".
No hablo ni de una crisis económica, ni de pareja, ni de chorradas de estas. Hablo de una crisis psicológica, sentimental y profunda que, por suerte para vosotros, no sufrís... (os odio) Para que os situéis, hay tres crisis anuales. Digo "hay", y no "sufro", porque Lulú y yo hemos llegado a tales niveles que, igual que a las chicas la regla, a nosotros se nos compaginan las crisis existenciales... Bueno, tres crisis, en el siguiente orden:
- Crisis de Septiembre: Después de un precioso, caluroso, despreocupado y placentero señor verano... Inicio de curso. No hay castigo ideado por el hombre más cruel que quitarte todo, TODO ¡en un puto día! Tu eres consciente de que algún día llegará, pero ese día está muy lejos hasta que, de repente, es el día. Y tu lloras y lloras, y tus padres te dicen que "no es para tanto", que "sin darte cuenta volverás a estar de vacaciones", pero tu sabes que es todo mentira... Y lo sientes, ¡y sigues llorando! ¡Y lloras durante un puto mes! ¡Y odias a todo el mundo y a todos tus compañeros! Y todos te dicen lo que te han echado de menos, y tu contestas: ¡pues yo a tí no! ¡Y SIGUES HIENDO A LA PLAYA AUNQUE HAGA FRÍO! (Yo empiezo la uni en octubre, pero la desquiciada de Lulú me avanza la crisis, y la mía se alarga dos agonizantes meses...)
- Crisis de Febrero: Esta crisis es algo más inestable. Las otras te desquician, pero esta es más profunda, más sentimental. Ésta está ocasionada por el constante esfuerzo estudiantil sin descanso alguno (no existe la Navidad, ya lo habéis leído). Después de cuatro-cinco meses de duro trabajo, Lulú&Loló acaban el semestre. HORRIBLE. Estrés, entregas, exámenes, depresiones, lloreras, atracones de comida, noches en vela, cafés anti-sueño... A esto sumadle la falta de sexo y que cuando yo acabo el semestre, Lulú acaba la semana blanca. Uno en depresión por muerte próxima y la otra en depresión por fin de vacaciones again. ¡¡COMBO!! Yo creo que febrero es bisiesto porque pensaron en nosotros a la hora de repartir los días del año... Dijeron: "este mes más corto, que los L's se nos volverán locos".
- Crisis de Junio: La crisis de junio es una crisis de febrero pero elevada a tres millones y medio. Te estás muriendo del agobio y del estrés, pero no solo es eso... Resulta que a la vuelta de la esquina nos está esperando nuestro precioso, caluroso, despreocupado y placentero verano. Con el mes de junio las hormonas se alteran, la melanina se dispara y nuestros cerebros dejan de funcionar correctamente. Es cuando pasamos a hacer barbaridades provocadas por la desesperación, tales como: realizar cualquier actividad de interior en la terraza (trabajos, lecturas, desayunos...); ir a la uni en bañador, literalmente; substituir cualquier tipo de comida por melón; o mantener conversaciones en voz alta con el Sol y pedirle más rayos, más, ¡¡MÁS!! Y ahí es cuando la gente nos mira mal, cuando de repente se encuentran con dos pringaos tomando café en la terraza de un bar, como si de cual solarium se tratase, exigiéndole más calor al Sol, riendo, cotilleando y llorando a lágrima viva a la vez. Sinceramente, yo también fliparía...
En fin chicos y chicas, esto ha sido un pequeño resumen de lo que el estrés y el reprimirse hacen con Lulú&Loló. Recomendación: no os crucéis con nosotros en estas fechas clave...
¡¡Besitos a todos!!
Loló :)
PD. Saludos a las Pueblerinas, que acaban de descubrir quienes son Lulú&Loló.
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