¡Buenas corazones!
Por dónde empiezo... Madre mía... ¡Me da hasta vergüenza!
Primero de todo, so sorry somos como dos tontos con un Chupa-Chups... Nos dan vacaciones y perdemos el rumbo... ¡Fatal! Aquí suenan hasta los grillos. Pero mira, cosas que pasan... Lo hecho, hecho está y abandonados os hemos tenido, eso no lo podemos cambiar. Pero se acabó ¡Volvemos al ataque!
Segundo de todo, os tengo que dar una buena noticia entre muchas negras que os podría dar, pero las cuales me voy a ahorrar... Total, que me han dado un trabajo. Repito, un trabajo. Es decir, me pagan. ¿Sabéis por qué y gracias a qué? ¡¡Por ser Lulú en este grande y maravilloso Blog!! Más feliz que una pequeña perdiz.
Tercero de todo, hay que intervenir a Loló en plan YA. Una intervención al puro estilo How I met your mother... Así que animo a todo aquel que sienta un mínimo aprecio por Loló para que contacte conmigo y hagamos una intervención por todo lo alto. Why? Pues porqué tiene problemas, y graves, con el alcohol... Esto de brindar por todo y por nada se nos va de las manos, a tal grado que en tres días que estuvimos de retiro en la playa, entre cigarro y cigarro, nos pimplamos cuatro botellas de vino, así como el que no quiere la cosa... En fin, me matará por esto, pero lo necesita.
Cuarto y último... ¡¡Vaya fiestón el del miércoles!! Por el amor de dios... American Pie no es nada comparado con las BBQ que se acaban montando en mi casa verano sí y verano también. God... Litros de alcohol a mansalva, comida barata del Makro pero a kilos, palomitas a sacos (literalmente), hierba hasta en la brasa, musicón a tope cual festival internacional, gente al borde del etílico en la piscina, bailoteos sin control medio en bolas, gente follando como si no hubiera mañana... Vamos, que cuando me levanté de no se qué lugar de mi casa, con no se qué amigo de mi hermano, con no se qué camiseta llena de sangría... ¡A mi casa solo le faltaba el coche dentro de la piscina! Suerte la mía de ir borracha cuando me levanté y no ser del todo consciente del estado de mi sweet home porque eso era una pura pocilga. El suelo estaba pegajoso como si hubiéramos hecho la fiesta del algodón de azúcar, aparecían amigos muertos hasta debajo de las piedras, en la piscina flotaban sujetadores, el césped estaba cual campo de rugby... ¿Qué es lo mejor para estas ocasiones? Seguir bebiendo, poner la música a tope otra vez y dejar que la resaca no llegue hasta al día siguiente. Ya si eso, pasadas las 24 horas, empieza a preocuparte...
Y es que no hay nada mejor que vivir y dejar vivir.
Lulú ;)
Que marrana
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